Para prevenir enfermedades respiratorias tales como la gripe, la bronquiolitis, la bronquitis y la neumonía, entre otras, es importante:
1. Tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día.
· Gripe: se tienen que aplicar, una vez al año, dos dosis a los niños entre 6 y 24 meses; y una dosis los adultos mayores de 65 años, embarazadas, mujeres puérperas hasta el egreso de la maternidad (si no se vacunaron durante el embarazo), personas con enfermedades crónicas u obesidad y personal de salud.
· Neumococo: todos los niños menores de 2 años deben tener aplicada la vacuna contra el neumococo, principal causa de neumonía y meningitis. También debe aplicarse a niños de 2 a 5 años con factores de riesgo.
· Tos convulsa: se previene esta enfermedad aplicando el esquema adecuado en cada etapa de la vida.
3. Lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.
4. Sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses y ofrecerle el pecho con más frecuencia en caso de que se enferme.
5. Ventilar todos los ambientes a diario.
6. No fumar y mantener los ambientes libres de humo.
7. No automedicarse. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico.
8. Mantener reposo en la casa mientras continúe los síntomas.
9. Cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo descartable o con el pliegue del codo para evitar contagiar a otros.
Prevención en bebés y niños:
· Lavarse las manos antes y después de atenderlos y también lavarles las manos a los niños.
· Darle todas las vacunas incluidas en el Calendario Nacional y llevarlos periódicamente al control médico.
· Acostarlos boca arriba siempre..
· Darle la teta al bebé al menos hasta los 6 meses e incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé se enferme y tenga pérdida de apetito.
· No usar repelentes en menores de 2 años.
· Brindarles el abrigo necesario:
· Evitar el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar.
· No darles medicamentos sin receta, ni remedios caseros o tés de ningún tipo.
Además, para evitar las intoxicaciones por monóxido de carbono
es importante dejar siempre una ventilación en todos los ambientes.
Un bebé necesita atención especial cuando:
· Respira rápido y con silbidos o ronquidos.
· Se le hunde el pecho al respirar.
· Presenta decaimiento y rechaza el alimento.
· Tiene alta temperatura corporal (+ de 38ºC).
· El riesgo es mayor si tiene menos de 3 meses, tiene bajo peso o es prematuro.
Fuente: Ministerio de Salud de la República Argentina.
http://www.msal.gov.ar/cuidados-invierno/index.php/informacion-para-ciudadanos/infecciones-respirtorias